martes, 21 de junio de 2016

AHORA - MÚSICA


La música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], "el arte de las musas") es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos.

El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la Antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la definición de este arte.

La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, emociones, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, diversión, etc.). wikipedia

Las nubes de la música.

Quiero dedicar este articulo a la música, que siempre ha ido tan cercana a mi vida, y que por ella a veces he encontrado algo que no conocía de mi.

He de decir que he conocido a personas del siglo XIX, XX, y XXI. Y cada una de ellas ha vibrado con su música, con su forma de entender, de ver la vida, con la vibración que en ese momento se daba en el planeta, guerras, tristezas, amores, desamores, política, en resumen con las vivencias de cada siglo, y de cada parte de ese siglo.

Me hubiera gustado tocar un instrumento sobre todo de viento y en alguna parte de mi vida lo he hecho, y unirme a él para perderme del día a día, porque he de reconocer que ese momento que tocas te separas de tu vida y penetras en otra vibración diferente.

Pero la vida me dijo NO, como otros tantos NOS, y he descubierto que esta vez he venido a descubrir más allá de unirme a la música, y es descubrir lo que ella produce, o sea, comprender que ella es una parte muy importante de la vida en que vivimos, y que según se vibre, así se vive, uno siente, uno piensa, y uno es parte de esas notas que invisiblemente reinan en nuestra vida.

Creo que esto ya lo han descubierto los que manejan un poco este mundo, y van metiendo músicas para controlar a las personas, porque es cierto que los aspectos psicológicos se mueven fácilmente entre las notas de una composición.

A lo largo de los años he descubierto, que según quiera vibrar y a sabiendas de qué se va a mover por dentro, lo escucho, si quiero que la melancolía vibre, escucho cierto tipo de música, si quiero recrearme con historias pasadas escucho otros temas, etc.

Pero hay músicas para el engorde de los defectos y hay músicas para acariciar al alma.

Cada música tiene un sentimiento y una forma de ver la vida, adaptada a su época, para que las personas sientan pequeñas felicidades pasajeras.

He de reconocer que la música que engorda un defecto, tiene un sabor especial, que cuesta abandonar, cuando decidí escuchar música para el alma, había una resistencia muy grande a ello, sentía que en el fondo de mi persona me negaba quería seguir escuchando música moña, que me diera tristeza, o rabia, o otras sensaciones.

Me esforcé bastante hasta que conseguí tocar lo profundo del corazón y disfrutar de Mozart, Beethoven, etc. Estas músicas no me engordan el sentimentalismo y otros, pero consiguen que mi corazón bombé tranquilamente la sangre por mi cuerpo y sienta ese alivio y serenidad que siempre he buscado, aunque en el fondo de mi interior haya resistencias a mogollón.


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