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A veces en periodos de mi
vida me he encontrado con personas con las que he coincidido en un tiempo y
espacio de mi vida, y que dichas personas no coincidían con mi forma de pensar,
ni mi forma de sentir.
En un principio me he dado
cuenta que mi manifestación verbal causaba intranquilidad y alejamiento, por lo
que decidí “callar y asentir”, intentar que los que me rodean estén a gusto con
mi presencia, no ser un incordio y un malestar para los demás.
Y estando más en
observación y escucha me doy cuenta de lo que aprendo de los demás, de
sus dudas, miedos, sensaciones.
Estando en esta aptitud de
escucha he podido comprobar que he aprendido mucho, mucho más que estando con
personas afines a mí.
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