SINCERIDAD. (Del lat. sincerĭtas, -ātis).
f. Sencillez, veracidad, modo de expresarse libre de fingimiento.
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Hermosa palabra, que deseo
ardientemente dentro de mí.
A lo largo de los años he
descubierto, que la sinceridad es una moneda que se acoge con agrado en todos
los lugares, que abre puertas en todas las partes del mundo.
Cuando me refiero a
sinceridad me refiero a lo que en mi fuero interno sucede, mis sensaciones, mis
emociones, mi forma de ver el mundo, que no quiere decir que sea la correcta, y
no quiere decir que los demás estén de acuerdo con ellas.
Es expresar sin miedo a las
criticas “que siempre las habrá” mi visión de lo que sucede a mi alrededor y en
mi interior si soy capaz de captarlo.
La sinceridad produce dolor
a veces, pero solo produce pequeños arañazos que fácil son de curar, y dan
consuelo y tranquilidad tanto a mí como a los que me rodean.
Es muy duro no saber cómo
tratar a una persona, porque sencillamente no expresa lo que siente, o omite
por miedo, por el qué dirán o porque intenta agradar a todo el mundo, (cosa imposible) o por un montón de
cuestiones.
Pienso que la sinceridad es
la forma de comunicar mi verdad, que no quiere decir que sea verdad, pero sí
como la entiendo, o como soy capaz de entender el mundo que me rodea, como me
interrelaciono con mi interior y mi exterior.
La sinceridad siempre será una buena opción.
ResponderEliminarUn corazón sincero permite ver sin hipocresías. No necesita tiempo para mentiras y sus hilos, Y concentrarse perfectamente en otras cosas de la vida. Un corazón sincero siempre es deseable; y sí además es bueno... alucinas.
Cuánta razón tienes cuando vienes a decir, Candela, que se puede ser sincero pero no por eso decir la verdad, sino la verdad de uno mismo, lo que siente, lo que necesita decir... El arte de la sinceridad consistiría en hacerla digerir sin arañazos o dolor y tal vez necesite para eso de una aliada: la asertividad.
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