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Aquí va otro de mis
adjetivos, por lo pesada y repetitiva que soy, podría justificarme rápidamente
por ir caminando en años, pero he de reconocer que no es excusa alguna
justificar los errores que cometo, sobre todo si puedo enmendarlos y hacer más
fácil la vida a los que me rodean.
Lo de ser pesada, me ha
costado un poco el saber él por qué, pero ahí va mi pequeña reflexión.
A veces repito hechos
porque en su momento me hirieron, y los saco a relucir una vez y otra, de mil
maneras para que la otra persona lo sepa, pero produzco el efecto inverso, lo
que hace es hartarse de mi y dejar de escucharme.
La repetición la efectuó a
causa de un malestar que he sentido en cierto momento, y por desconocimiento o
ignorancia, intento que se vaya de mi echándolo fuera, pero causa más repulsión
que comprensión por parte de la otra persona hacia mí.
Creo que no hago conciencia
que los seres humanos decimos y hacemos cosas sin pensar muchas veces las
consecuencias, y aunque en un principio no se intenta ofender ni herir a nadie,
nuestras palabras y acciones son muchas veces mal interpretadas, y así ofendo y
me ofenden.
Pero hecha ya la ofensa
¿cómo se maneja este sentimiento, tan fino, que se nos escapa?, pues esta es
una acción de martillo pilón, de repetir esa herida.
Tras escribir estas
palabras me doy cuenta que tiene poco sentido el martillo pilón, lo que debo es
transformar esas sensaciones mal recibidas en comprensión y entendimiento, en empatía.
"Maetillo pilón. m. Máquina que consiste principalmente en un bloque pesado de acero que se eleva por medios mecánicos a la altura conveniente y se deja caer sobre la pieza colocada en el yunque."
La constancia y la pesantez están demasiado emparentadas. Es difícil definir lo correcto. El ser un martillo pilón , en cierta forma, tiene sus ventajas sobre una pieza, pero no puede extrapolarse al absoluto o al todo. Son las cosas del difícil equilibrio de los actos sobre esta realidad, o sobre esta aparente realidad.
ResponderEliminarSaludos.
A veces ese martillo, si se maneja con una sonrisa o buena intención, puede parecer un algodón de azúcar. A lo mejor empalaga como mucho. Pero sí, es cierto que es preferible no acumular resentimiento y repetirlo. Lo que nos molesta o irrita debe tratarse como una prueba y una oportunidad...para mejorar.
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