imagen de red
De pronto ha venido un viento y
se ha llevado un castillo de supuestas realidades, en el fondo de mi estaba esa
posible amenaza, pero no quería que sucediera.
Pero ayer el viento fuerte se
llevo ese castillo que había formado, sin cimientos de alegría, sin cimientos
de amor sincero, lleno de burbujas de malos recuerdos, de resentimiento, y de
mucho orgullo.
Castillo que creía que era
hermoso y en realidad no lo era, ha desaparecido dejando un desolado lugar, lleno de claridad, pero lleno
de gran soledad.
Soledad que es la compañera del día
a día, soledad amiga fiel, soledad a la que no quiero, pero que cada día voy
aceptando más y amando más.
¿Acaso existe un lugar en el alma en que esté ausente la soledad? Aunque estés rodeada de todo tipo de gente, incluso maravillosa, esa amiga está siempre ahí. A veces, con sensación de saturación. Otras, la echarás de menos. La vida supone un esfuerzo continuo y tú, que sabes medir el equilibrio entre bondades y desventajas, sacarás lo positivo de esa compañera. Todos tenemos que saber convivir con esta inseparable amiga. Y saber convivir es aprender a ver lo bueno de ella y tolerar también sus incomodidades.
ResponderEliminar