Astrología druida.
FELICIDADES A LOS NACIDOS
BAJO LA INFLUENCIA DEL MANZANO
AMOR
25 de junio al 4 de julio
«El simbolismo de la manzana procede, según el abate E. Bertrand (citado en BOUM, 235), de lo que contiene en su interior: una estrella de cinco puntas formada por los alvéolos que encierran las pepitas. Por esta razón los iniciados ven en ella la fruta del conocimiento y de la libertad y, por consiguiente, comer la manzana significa para ellos abusar de la inteligencia para conocer el mal, de la sensibilidad para desearlo y de la libertad para perpetrarlo. Pero como pasa siempre, la muchedumbre vulgar toma el símbolo por la realidad. El pentagrama (pentagrammon), símbolo del hombre-espíritu, en el interior de la carne de la manzana simboliza, además, la involución del espíritu en la materia carnal.» Semejante observación aparece ya en L’Ombre des Cathédrales de Robert Ambelain: «La manzana, incluso en nuestros días, es para las escuelas iniciáticas el símbolo del conocimiento, ya que al cortarla en dos (en el sentido perpendicular al eje del pedúnculo) hallamos dentro un pentagrama, símbolo tradicional del saber que dibuja la propia disposición de las pepitas...»
En las tradiciones celtas la manzana es una fruta de ciencia, de magia y de revelación. Sirve también de alimento maravilloso. La mujer del otro mundo que viene a buscar a Condle, el hijo del rey Conn, el de las cien batallas, le entrega una manzana que basta para su alimentación durante un mes y no disminuye nunca. Entre los objetos maravillosos cuya búsqueda impone el dios Lug a los tres hijos de Tuirenn, en compensación por el asesinato de su padre Cian, figuran las tres manzanas del jardín de las Hespérides: quien come de ellas no tiene ya hambre ni sed, ni dolor, ni enfermedad, y ellas no disminuyen nunca. En algunos cuentos bretones, el consumo de una manzana sirve de prólogo a una profecía (0GAC, 16,253-256).
Si la manzana es una fruta maravillosa, el manzano (abellio, en céltico) es también un árbol del otro mundo. La mujer del otro mundo, que viene a buscar a Bran, le entrega una rama de manzano antes de arrastrar lo más allá del mar. La isla de Avalon (Emain Ablach en irlandés, Ynys Afallach en galés), o dicho de otra manera, el Pomar, es el nombre de esta estancia mítica, donde reposan los reyes y los héroes difuntos. En la tradición britónica, es allí donde el rey Arturo se refugia en espera de volver a liberar a sus compatriotas galeses y bretones del yugo extranjero. Merlín, según los textos, enseña bajo un manzano (oGAc, 9,305-309; ETUC, 4,255-274).
Diccionario de Símbolos de Chevalier.