Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes:
¡Ay Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas!
Diógenes contestó: Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.
Anécdota sobre Diógenes de Sinope.
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