Un día mi maestro me dijo: no confundas la generosidad con darle a los demás lo que a ti te sobra. Generosidad es esforzarte, como lo harías para conseguir algo para ti misma, para darles lo que necesitan.
Esa frase cambió la opinión que tenía de mi.
Siempre a la base del camino hacía la Virtud está el esfuerzo sin descanso.
Lo que no cuesta, no vale.
Así que regalar lo que no vale nada, no cuenta nada.
Al leer estás palabras me he dado cuenta, que la generosidad y el amor van de la mano.
Si esta no se da por amor, se convierte en otra sustancia y deja de ser generosidad. Se puede convertir en egoísmo, en buenísmo -pensar y engordar mi amor propio, "que buena soy" y de esta manera ocultar lo que en verdad ha sido esa acción.
Muy interesante para reflexionar y para preguntarme ¿cuanto generosidad y amor hay dentro de mi? ¿por qué lo hago? ¿qué espero a cambio? y según la respuesta, sé cuanto generosa soy.
Al leer estás palabras me he dado cuenta, que la generosidad y el amor van de la mano.
Si esta no se da por amor, se convierte en otra sustancia y deja de ser generosidad. Se puede convertir en egoísmo, en buenísmo -pensar y engordar mi amor propio, "que buena soy" y de esta manera ocultar lo que en verdad ha sido esa acción.
Muy interesante para reflexionar y para preguntarme ¿cuanto generosidad y amor hay dentro de mi? ¿por qué lo hago? ¿qué espero a cambio? y según la respuesta, sé cuanto generosa soy.
A continuación un texto bíblico que me ayuda a reflexionar y aclararme dudas.
Lucas 6: 37-38
“No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.
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