De acuerdo con el DRAE el vocablo (proveniente del latín infidelĭtas, -ātis) denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica. Wikipedia
En los tiempos que corren las virtudes están desintengrandose, y convirtiendose en parte de todos los defectos que arrastramos en nuestra vida; estamos llegando a confundir el defecto con la virtud. Por ejemplo se puede robar solo un poco, se puede engañar solo un poco, se puede mentir un poco, se puede ser un poco desleal.
Una virtud es una virtud, si camina hacia el lado opuesto, hacia esos defectos o enfermedades del ser humano, la virtud ya no está, y lo demás es autoengaño.
En el momento que no tenemos compromiso con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras, y nuestros actos, da lo mismo que hagamos las cosas bien o mal. Aquí no florece ninguna virtud, solo malas hierbas, dolor y sufrimiento.
A través de este medio de comunicación, donde hay tanta información, la ética vibra por su ausencia, a las virtudes se les da mil patadas, cabe todo y de todo hay. Y es un gran problema, porque si en nosotros no hay una capacidad de discernimiento, entonces acampa a sus anchas la ignorancia.
Y mi pregunta es: ¿somos fieles?
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