Hoy brilla la luz del sol, es una alegría para mi corazón, después de
pasar semanas de lluvia, viviendo en una luz tenue y gris, con pocos ánimos y
solo ganas de estar recogida.
Los días grises me sirven para valorar más la luz y para darme cuenta de
lo importante que esta es y lo que influye en todo mi Ser.
Siempre he pensado que la luz es la alegría del alma, sin ella no puedo
vivir felizmente, los días son más densos y pesados.
Quiero dedicar estas palabras a la luz del sol, bendita luz que impregna
mi retina, que me da ánimo para seguir adelante, que me hace más ligera y
feliz, que me ayuda a ver con más claridad, que me da más lucidez y ahuyenta
las sombras de mi mente; hasta mi corazón tiene mejor sonido, y como dice una
buena amiga “hasta los huesos se ríen”.
Me voy a disfrutar de este hermoso día…
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