Cuando yo me vaya,
que el cielo abra sus puertas
y el sol ilumine el día,
que las ráfagas de calor inunden la tierra,
que las flores brillen,
que el mar baile una cálida melodía,
que los animales salten,
y los pajarillos canten.
Cuando yo me vaya,
que la alegría inunde los corazones y las almas,
que una chispa de paz inunde la tierra,
y camine entre valles y montañas, en los ríos, en las aguas.
Cuando mis ojos abandonen este mundo,
que la serenidad llegue a mis seres queridos,
que toquen la dulzura del viento,
que acaricien la suave brisa
del dulce sonido del corazón.
Cuando abandone el cuerpo en este mundo,
que sirva de consuelo
y tranquilidad a las angustiadas animas.
Si la marcha ha de ser en invierno,
que el cielo haga concierto con sus miles de estrellas,
que el frio y el silencio me acompañen.
Cuando yo me vaya quiero dejarte el mejor recuerdo,
esa unión de manos,
ese beso que compartimos,
esos secretos que nos hicieron cómplices,
esas lágrimas que nos limpiaron,
esas palabras que nos dedicamos,
esas enseñanzas que nos dio el tiempo,
y esa alegría en el corazón que nos une eternamente.
Cuando inicie mi partida,
por maleta llevaré mi corazón,
el sonido cerrara mi puerta,
el viento acompañará mi ida,
el tiempo me dará la despedida.
Y con un dulce susurro,
caminaré hacia la tierra prometida.
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