"Mi objetivo", ha sido mi primer paso, saber qué de verdad quiero.
Estas cuestiones y otras se me plantearon en un momento de mi vida, porque no estaba contenta con la vida que vivía, no me sentía bien en mi pellejo por así decirlo, y descubrí que en verdad mi vida se apoyaba en la vida de los demás, no sabía qué quería, aunque tenía mil aficiones, y me gustaban infinidad de cosas, comprendí que solo eran distracciones que me apartaban de mi realidad personal.
Y empecé el camino de búsqueda; ¿qué de verdad quiero? ¿qué me llena por completo? ¿qué me puede hacer feliz?
Preguntas existenciales difíciles de responder, pero como leí una vez, solo hay que poner la pregunta, y olvidarse de ello, y un día de pronto aparece la respuesta.
Después de poner unos interrogantes en mi vida, me enfoqué en arreglar y aclarar mi vida, qué de verdad tenía y qué me faltaba, hice un INVENTARIO. Aquí sí que surgieron un montón de sorpresas, lo que creía tener no lo tenía, y lo que pensaba que no tenía, sí que lo había.
De esta manera comprendí que vivía una realidad irreal, vivía mi fantasía, y podía elegir en seguir así o mejorar mi percepción de la realidad.
Decidí descubrir cuál era mi realidad interna, uff, qué palo, no era fácil porque dentro de mí no tenía ganas de ningún cambio, pero ya me había quitado la venda de los ojos, desde ese momento algo había cambiado, así que con todas las consecuencias me puse manos a la obra.
En el camino tuve que renunciar a cosas que ya no me eran útiles, así como desaparecieron personas de mi vida, en conclusión fue como un fuerte viento que solo dejó lo que tenía verdadero cimiento.
Este cambio me ha sido difícil de aceptar, cuando se está apegado a las cosas, ilusiones, deseos, personas, etc, etc, etc., es como una casa llena de gente, y cuando se marchan queda un silencio y un vacío, al cual también hay que acostumbrarse.
Este vacío es el que va generando una paz interna, me voy acostumbrando a esa serenidad entre comillas, porque quitar la invasión de personajes internos no se hace de la noche a la mañana, pero cada día siento más orden, simpleza, serenidad, y como consecuencia mejor relación conmigo misma.
Cambian muchas cosas y tras los cambios surge la adaptación, he necesitado paciencia, constancia, de las cuales poco tenía.
Pero en conclusión mis pasos han sido:
- Plantearme cuestiones. ¡ALGO ANDA MAL!
- Reconocer errores. ¿QUÉ HAGO MAL?
- Ponerme manos a la obra. QUERER SOLUCIONARLO.
- Buscar las herramientas necesarias. BUSCAR AYUDA.
- Empezar la reforma. COMENZAR A SOLUCIONAR.
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