Estos cinco elementos son la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua.
Todos estos elementos configuran un ciclo de creación (Sheng) en el cual uno es el origen del siguiente, así: la madera genera el fuego (al quemarse), el fuego genera tierra (cenizas al consumirse), la tierra genera metal (aparición metales en la tierra), el metal genera agua (al fundirse) y el agua crea la madera (el mundo vegetal al poder regarse).
Este ciclo de creación fue considerado como un ciclo normal y natural de la misma manera que el llamado ciclo de control o dominio (Ke), a través del cual se describe como un elemento controla a otro manteniendo el equilibrio natural de la naturaleza.
Así la madera controla o domina a la tierra (las raíces se abren paso en la tierra), la tierra controla en agua (visualicemos una presa de agua), el agua controla el fuego, el fuego controla el metal (fundición de metales) y los metales controlan o dominan la madera (acción de hacer cortar un vegetal).
Delante de estos dos ciclos naturales se observa que los cinco elementos también podían relacionarse de manera anormal alterando los ciclos de generación y dominio (Cheng). Estos dos formas patológicas de relacionarse pasaron a denominarse ciclo de agresión o tiranía, y de insulto o contra-dominio (Wu).
En el ciclo de agresión, también llamado explotación, el elemento controlador ejerce un dominio excesivo sobre su controlado. En el ciclo de insulto, también llamado oposición, el elemento controlado invierte esta tendencia natural dominando a su teórico controlador.
La teoría de los Cinco Elementos, con todas sus posibilidades de movimientos fue aplicada a la Medicina Tradicional China como instrumento de diagnóstico y tratamiento de las distintas patologías siendo junto a la teoría Yin-Yang las más importantes de esta medicina.
Fuente:
http://duranmtx.blogspot.com.es/
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